LIBROS. Digital y papel

Dejar los estudios

Nuestro autor de la semana, Luis Goytisolo (nacido un 17 de marzo) abandonó sus estudios universitarios sin acabar la carrera de Derecho. Al parecer, el menor de los Goytiosolo Gay (sus hermanos mayores eran José Agustín y Juan) sintió la llamada de la literatura y la universidad le sobraba.

La ausencia de licenciatura en su curriculum no le ha afectado a sus éxitos con los libros, donde ha ganado numerosos premios. El último, el Nacional de las Letras Españolas en 2013. De hecho, su tetralogía Antagonía ha sustituido en Francia como lectura obligada para estudiantes universitarios de Lengua española a El Quijote. Además, es miembro de la Real Academia Española de la lengua.

Resulta curioso repasar la relación del mundo de la literatura con la universidad en particular y con la enseñanza en general.

A Federico García Lorca le costó muchísimo acabar su carrera de Derecho y parece ser que tuvo alguna ayuda para lograrlo. Otro grande de nuestras letras, Octavio Paz, que también empezó con Derecho… hizo como Luis Goytisolo, no acabó los estudios.​

Pero hubo quienes ni siquiera llegaron a la universidad. Es el caso conocido de Miguel Hernández, que tuvo que abandonar sus estudios al ser reclamado por su padre para tareas de pastor de cabras.

Un artículo muy interesante de Librópatas hace un repaso de diez ejemplos de abandono escolar. La mayoría por necesidad: George Bernard Shaw, Charles Dickens, William Faulkner, José Saramago, Mark Twain, H. G. Wells, Charlotte y Emily Brönte, Jack London y Maxim Gorky.

Ejemplos de quienes superaron sus carencias de formación. Excepciones a la regla: sin una buena formación es muy complicado escribir con un mínimo de decoro.