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El poema de amor más antiguo del mundo

“Esposo, déjame que te acaricie;
mi caricia amorosa es más suave que la miel.

En la cámara llena de miel,
deja que gocemos de tu radiante hermosura”.

Estos versos tan subidos de tono se pueden leer (el que sepa leer escritura cuneiforme) en una tablilla expuesta en el Museo Arqueológico de Estambul. El esposo al que se dirige este tórrido mensaje parece ser que fue el rey sumerio Shu Sin y este ‘Canto de Amor de Shu Sin’ formaba parte de una tradición religiosa de la época (hablamos del 2.000 a.C, es decir, hace 4.000 años). Según cuentan los historiadores,  era un deber sagrado del rey casarse cada año con una religiosa consagrada a Inanna, la diosa de la fertilidad y la sexualidad, para garantizar con ese matrimonio la fertilidad de los campos y de los vientres. El poema tenía como objeto ser recitado por esa religiosa que se iba a casar con el rey en la festividad del Año Nuevo, entre banquetes, danza y música.

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Pesa con el nombre de Shu Sin, Museo del Louvre.
De Rama (20 de octubre de 2007), CC BY-SA 2.0 fr, Enlace

En versión de Jaime Elías, el texto completo del poema sería este:

Esposo, amado de mi corazón.
Grande es tu hermosura, dulce como la miel.
León, amado de mi corazón,
grande es tu hermosura, dulce como la miel.

Tú me has cautivado, déjame que permanezca temblorosa ante ti;
esposo, yo quisiera ser conducida por ti a la cámara;
tú me has cautivado, déjame que permanezca
temblorosa ante ti;
león, yo quisiera ser conducida por ti a la cámara.

Esposo, déjame que te acaricie;
mi caricia amorosa es más suave que la miel.

En la cámara llena de miel,
deja que gocemos de tu radiante hermosura;
león, déjame que te acaricie;
mi caricia amorosa es más suave que la miel.

Esposo, tú has tomado tu placer conmigo;
díselo a mi madre, y ella te ofrecerá golosinas;
a mi padre, y te colmará de regalos.

Tu alma, yo sé cómo alegrar tu alma;
esposo, duerme en nuestra cama hasta el alba.

Tu corazón, yo sé cómo alegrar tu corazón;
león, durmamos en nuestra casa hasta el alba.

Tú, ya que me amas,
dame, te lo ruego, tus caricias.
Mi señor dios, mi señor protector,
mi Shu-Sin, que alegra el corazón de Enlil,
dame, te lo ruego, tus caricias.

Tu sitio dulce como la miel,
te ruego que pongas tu mano encima de él,
pon tu mano encima de él como sobre una capa-gishban,
cierra en copa tu mano sobre él
como sobre una capa-gishban-sikin
este es un poema-balbale de Inanna.

El poema fue encontrado en la década de 1880 en una excavación en Nippur (Niffar, en lo que hoy es Irak). Pasó mucho tiempo sin pena ni gloria en el museo, hasta que una campaña comercial de una empresa por el Día de San Valentín lo rescató del olvido. Hoy son numerosas las parejas de enamorados que acuden a ver la tablilla y a fotografiarse. Shelfie de enamorados…