Hesse no va a por su Nobel

Hermann Hesse es uno de los grandes nombres de la literatura mundial del pasado siglo. Su fama no ha declinado tras su muerte y cuentan que vende más de 100 millones de libros al año.
El autor germano-suizo de obras como ‘Siddartha’ o ‘El lobo estepario’ es un referente para generaciones de lectores.
Llegó a trabajar siendo joven en una librería y también fu periodista. La I Guerra Mundial, en la que no quiere luchar por sus principios pacifistas, motiva su marcha a la localidad suiza de Montagnola. Acabaría siendo ciudadano suizo en 1923.

Hesse ganó el premio Nobel en 1946, pero no fue a recogerlo porque, según se justificó, tenía problemas de salud. De hecho, envía una declaración de dos páginas que leen en la ceremonia, disculpándose por su mal estado de salud. Sí que era cierto que por esa época se había trasladado cuatro meses a un balneario. Sin embargo, parece cierto que le hastiaba mucho toda la pompa y ceremonia que suponía trasladarse a Estocolmo a recogerlo.
En una carta a su mujer Ninon llega a decir: “Que el diablo se lleve ese maldito asunto.”
Puede entreverse que la Academia sueca premió a Hesse en aquel 1946, recién acabada la II Guerra mundial, además de por su enorme calidad literaria, como un ejemplo de la Alemania que se opuso al nazismo.