Steinbeck y su sinusitis
En el número de la revista Noticias de Actualidad (volumen 6, número 21) que se publicó un 14 de junio de 1954 se recogen varias impresiones de una conversación mantenida con el escritor John Steinbeck por alguien que firma con las siglas I.C.
Al parecer, era una revista publicada por la Casa Americana de la Embajada de los Estados Unidos.
Con el título de Las uvas de la amistad, se recogen en un breve artículo unas cuantas anécdotas del que sería galardonado con el Premio Nobel ocho años después y que había conseguido el Pulitzer catorce años antes. Ya había escrito Las uvas de la ira, De ratones y hombres y Al este del Edén (y el guión de ¡Viva Zapata!).
Cuenta I.C. que Steinbeck era “un hombre alto y fuerte, de edad indefinida” y que le tendió en un hotel de Madrid con “una mano que más bien parecía una apisonadora”.
Y sigue explicando que cuando hablaba era necesario “poner los cinco sentidos alerta para seguir la conversación”, pero no porque usara “palabras difíciles y frases oscuras”.
El propio escritor norteamericano le aclara lo que le pasaba:
«Fui al médico porque padecía sinusitis. Después de torturarme y echarme algunas gotas en la nariz, el matasanos me dijo:
»—Bien, señor Steinbeck, ahora ya puede hablar mejor.
»—Pero si yo no hablo —le dije— yo gruño.
»—Entonces, gruñirá muchísimo mejor —añadió él para justificar sus honorarios.»
De su dominio del español también contó Steinbeck:
«Lo [hablo] suficientemente bien para meterme en jaleos y lo suficientemente mal para no saber salir de ellos. Tengan en cuenta que todavía estoy luchando a brazo partido con el inglés.»
El norteamericano también asegura que había estado anteriormente en España dos años antes, en la Feria de Sevilla, de la que quedó agotado.
«Me dije que no volvería más —reconoce—; sin embargo, aquí me tienen. Ahora estoy otra vez agotado y vuelvo a repetirme lo mismo, pero España tiene tanto encanto, que estoy seguro de volver en contra de mi sentido común, que me dice: “John, tú no eres español, y, por lo tanto, no tienes la resistencia de esta gente que coloniza todo un continente y resiste tres noches sin dormir en Sevilla como si tal cosa”.»