LIBROS. Digital y papel

El obituario del autor de Moby Dick

Herman Melville fue un escritor con cierto éxito en sus inicios y esperaba, como tantos y tantas, poder llegar a escribir una gran novela que fuera recordada por generaciones.
Lo cierto es que lo consiguió y ésa fue la parte buena. La mala fue que no se enteró casi nadie. Al menos mientras él vivió.
Sí, Melville escribió su ‘Moby Dick’ y la novela pasó sin pena ni gloria. Bueno, con mucha más pena que gloria, la verdad sea dicha.
Transcurrieron décadas tras su muerte hasta que tuvo fama mundial esta obra que relata el viaje suicida de un barco ballenero, el Pequod, en busca de una gran ballena blanca, un cachalote para ser más exactos.

En algún lugar hemos leído que Melville murió con tan poco éxito que el obituario que le dedicó el New York Times le llegó a cambiar el nombre, citándole como Henry en lugar de Herman. Pero la historia del obituario no es cierta. Éste es el texto que se publicó en ese periódico:

obituario

Esta anécdota falsa puede deberse a un error que sí cometió el periódico unos días después en un artículo sobre Melville, artículo en el que se le citaba como ‘Hiram’ en lugar de Herman. Pero esto tiene más bien pinta de error tipográfico.

Sea como fuere, siempre es muy recomendable asomarse a las páginas de su gran novela y seguir con fascinación la locura del capitán Ahab y las dudas de su segundo de a bordo, Starbuck (sí, el que ha dado nombre a la cadena de cafeterías).
Sin olvidarnos del inicio de la novela, absolutamente inolvidable:

Llamadme Ismael. Hace unos años —no importa cuánto hace exactamente—, teniendo poco o ningún dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la parte acuática del mundo.